EL MITO DEL ORO DE MOSCÚ
En toda dictadura hay una mentira colectiva que se extiende por entre la población siendo pocos los que llegan a plantearse la validez y vigencia de la misma. Una de esas mentiras fue el oro que supuestamente la República mandó desde el Banco de España a Moscú y que los rusos nunca devolvieron.
Comienza la guerra y ya tempranamente los obreros comienzan a colectivizar fábricas y empresas. Y donde esto no se había hecho, como en el País Vasco, se habían formado comités de obreros para el control del trabajo y la producción. De las regiones que habían quedado en poder de la República, la más rica era Cataluña (1). Las empresas colectivizadas catalanas siguieron fabricando productos que en muchos casos ni siquiera se necesitaban y cuando ya no pudieron suministrar a Madrid, solicitaron préstamos del Gobierno (2)
La producción de armas se mantuvo siempre por debajo de los niveles requeridos por la contienda. La situación empeoró cuando los vascos comandados por el PNV (3) entregan las acerías a los nacionales en el norte de España. Además se perdió el carbón de Asturias para colmo de males.
Ya solo le quedaba al gobierno republicano las potasas catalanas y el mercurio de Huelva.
Había asimismo un gran problema para el abastecimiento de la población en zona todavía republicana durante la guerra. No había suficiente producción.
Al gobierno de la Segunda República se le planteaba ya como única alternativa para dar una respuesta rápida a las necesidades de la población en tiempo de guerra las importaciones. Los grandes bancos nacionales y extranjeros se mostraron cicateros en una zona del país donde se colectivizaba y expropiaba,y en la cual los comités obreros controlaban las empresas. El otro recurso financiero era tomar el oro del Banco de España. Al comenzar la Batalla de Madrid, el gobierno llevó ese oro a Cartagena (Murcia). Más de la mitad se envió a Rusia para comprar armas y comida. Con este oro también se hicieron transferencias a otros países que vendieron armas y provisiones al gobierno de la Segunda República. En resumen, los 1.600 millones de pesetas-oro del Banco de España se gastaron y se hubiera necesitado gastar más.
Sin embargo, el régimen franquista utilizó como excusa para su deprimente desarrollo económico desde el final de la contienda en 1939 hasta los años sesenta el que los republicanos habían regalado el oro a los rusos.
(1) Mayor número de industrias y un puerto grande y desarrollado: el de Barcelona.
(2) Manuel Azaña cuenta el caso increíble que apareció en un periódico de Barcelona donde decía : “ Empresa colectivizada busca socio capitalista”.
(3) El Partido Nacionalista Vasco entregó básicamente a los nacionales las empresas siderúrgicas o acerías porque creían en un final de la España republicana y una oportunidad naciente para una nueva Nación Vasca. El cinturón de hierro de Bilbao es otra de las grandes mentiras de la Guerra Civil.
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