CAPÍTULO LVIII. PARTE II DE DON QUIJOTE DE LA MANCHA
Cuando don Quijote se vio en la campaña rasa, libre y desembarazado de los requiebros de Altisidora, le pareció que estaba en su centro, y que los espíritus se le renovaban para proseguir de nuevo el asunto de sus caballerías y volviéndose a Sancho le dijo:
La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Digo esto, Sancho, porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este castillo que dejamos hemos tenido; pues en mitad de aquellos banquetes sazonados y de aquellas bebidas de nieve, me parecía a mí que estaba metido entre las estrechezas del hambre, porque no lo gozaba con la libertad que los gozara si fueran míos; que las obligaciones de las recompensas, de los beneficios y mercedes recibidas son ataduras que no dejan campear al ánimo libre. ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan, sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo!.
PREGUNTAS :
- Resume en cuatro o cincolíneas la conversación que mantiene don Quijote con Sancho Panza.
- Señala los verbos que en el texto aparecen en subjuntivo y conjuga el tiempo completo de cada uno.
- El libro de Cervantes se titula El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Escribe las formas de tratamiento que son más usuales en castellano.
- Tema de coloquio: la libertad del individuo para decidir sobre su vida.
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