VIAJE EN AVIÓN Y SALUD
En el interior del avión la presión barométrica es inferior a la existente al nivel del mar, la humedad del aire es baja y se hace circular sin interrupción. A esto se añade el que la movilidad interior está limitada. Por ello los pasajeros con los siguientes problemas deberían consultar al médico antes de volar:
si usted tiene congestiones nasales derivadas de infecciones o de alergia respiratoria.
si usted tiene sinusitis crónica, infecciones del oído medio u otitis.
si usted tiene alguna enfermedad pulmonar o insuficiencia respiratoria.
si usted ha tenido un infarto, una angina de pecho o tiene trastornos circulatorios.
si usted viaja con las piernas escayoladas.
si usted ha tenido una reciente operación quirúrgica, en especial, ocular, de abdomen o pulmonar.
Las compañías aéreas en los viajes de duración superior a tres horas suelen recomendar ciertas pautas de alimentación y bebidas, así como algunos ejercicios físicos durante el vuelo, los cuáles le ayudarán a incrementar su bienestar y reducir los inconvenientes de una prolongada inmovilidad.
En los casos de algunos pasajeros enfermos corresponde al servicio médico de la compañía aérea estudiar la posibilidad de que puedan viajar o no, y en qué condiciones han de hacerlo. Su transporte se podrá hacer en camilla o acomodado en una o más butacas, debiendo consultar con la compñía aérea las condiciones y tarifas aplicables en cada caso. Cuando el transporte se realice en camilla, obligatoriamente tendrá que ir acompañado de una persona.
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